Por estar relacionado con mi ámbito de trabajo, Sanidad, he elegido analizar un estudio estratégico que revisa las “políticas para prevenir los daños causados por el alcohol”.
En el siguiente artículo de la Revista Española de Salud Pública, publicada por el Ministerio de Sanidad, se establecen las prioridades para España:
Se trata del análisis de los resultados de las distintas políticas implantadas y los retos a futuro, no se analiza una única política.
Revisa la situación y las políticas de prevención de los daños causado por el alcohol, con los datos disponibles en el año 2020. Utiliza el esquema de valoración recogido en el plan de acción sobre el alcohol de la Oficina Europea de la OMS, en su guía para el desarrollo de las políticas más efectivas de control.
De este análisis estratégico, se desprenden acciones clave para el futuro, considerando evitar el abuso precoz del alcohol y reducir el consumo de riesgo en el conjunto de la población.
El ámbito de intervención es muy amplio, implica una ayuda a los servicios sanitarios estableciendo criterios de abuso, acciones clave de prevención en políticas públicas como la fiscal, regulación de la publicidad y otras formas de promoción, la regulación de la disponibilidad de bebidas, y las medidas sobre alcohol y conducción.
El contexto institucional que impulsa esta revisión es el Ministerio de Sanidad, financiado parcialmente por el Plan Nacional sobre Drogas.
En la revisión realizada en este artículo, se valoran los resultados de las políticas públicas para evitar el consumo excesivo de alcohol. Considerando las dimensiones de discriminación, a partir de la metodología de las 3R, se observa:
· Considera los roles de género en adolescentes, por tanto, las políticas de las que se desprende este análisis han de incluir medidas al respecto. Además, considera rangos de edad, pudiendo dirigir acciones futuras a determinados colectivos. Concretamente, las generaciones de mayor edad concentran a las personas con un mayor consumo medio de alcohol. Los más jóvenes beben mayoritariamente de forma intermitente, se aprecian patrones de abuso vinculados a episodios de consumo intensivo. Resulta interesante constatar que no se aprecian diferencias de género en las series de datos analizadas en el estudio, en el caso de adolescentes.
· En cuanto a los recursos utilizados en las políticas analizadas en este artículo, dado que no se reflejan diferencias de género en los resultados obtenidos, se desprende un acceso igualitario a los recursos económicos, materiales o de otro tipo de soporte para las mujeres (planes de ayuda, campañas de prevención, centros de apoyo, …)
· Teniendo en cuenta las políticas analizadas, para prevenir los daños causados por el alcohol, y los resultados obtenidos, no se puede deducir la representación de las mujeres en las decisiones de las políticas. Los efectos en los adolescentes, quienes muestran patrones de consumo excesivo intermitente, no muestran diferencia de género. Si bien, no se puede vincular al papel desempeñado por las mujeres en las decisiones de las políticas llevadas a cabo.
El impacto y los resultados que han tenido las distintas políticas para evitar los efectos adversos del alcohol, teniendo en cuenta el análisis realizado en este artículo, concluye que el consumo excesivo de alcohol se produce, principalmente, entre adolescentes, con independencia del género. Además, se proponen medidas que no dependen del género.
El análisis realizado, solo desglosa los datos por género en el caso de adolescentes. No lo hace, y en mi opinión sería necesario, en el resto de las series que analiza (adultos, por comunidad autónoma, tipo de bebida, …). Probablemente, los autores, con mayor criterio, han analizado estos datos y no han observado que sean necesarias distintas medidas en función del sexo.
El impacto de las medidas propuestas a futuro tiene impacto y efecto por igual independientemente del género. Concienciación, regulación de la venta de alcohol, promoción y publicidad, etc. afectan por igual a las mujeres y a los hombres. Quizás habría que vigilar más la publicidad, desde mi punto de vista, es donde se puede producir cierta desigualdad.
Como puntos fuertes de este artículo y de las políticas que analiza, encuentro que, en el caso de adolescentes, donde el consumo excesivo de alcohol, de forma ocasional, podría tener efectos adversos, es independiente del género. Aunque no sea un aspecto muy saludable de mostrar la igualdad real, ésta se produce. Otro aspecto positivo que veo es que las acciones propuestas se dirigen a ambos sexos.
En cuanto a las debilidades de este artículo, echo en falta el desglose de todas las series de datos que analiza incluyendo el género. Probablemente no muestren diferencias significativas, si bien, se podría aclarar con una frase en el artículo.
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